23 de febrero de 2010

Historia, esencia, propósitos, ruegos y preguntas


Aquí empieza la modesta andadura de un blog más en esto del mundo electrónico y global de internet. Esta "repentina necesidad" surge de la invitación de un muy buen amigo, experto ya en estos temas, a compartir espacio de edición y reflexión. Encantado con la idea e ilusionado, solo debo objetar el tener que inaugurar yo este espacio, aunque alabo la amabilidad y condescendencia con la que se me ha orotgado semejante dicha.
Leer antes de quemar... sin duda el título es una "desenfadada" referencia cinematográfica al título del film de los hermanos Coen (Joel y Ethan, Leonard no era familiar suyo... y lleva "h" intercalada) "Quemar después de leer".
Queremos llamar la atención sobre este fenómeno, quemar libros es una práctica mucho más extendida y antigüa de lo que muchos de ustedes piensan. Sintiéndolo mucho, veo dificil, aunque alguién se sienta tentado, de la posibilidad que nuestros escritos puedan ser pasto de las llamas, en cambio sí hacemos un llamamiento a la lectura y la reflexión, en mi modesta opinión, algo desvalorizado dentro del llamado "estado de bienestar"(como apunta Ray Bradbury en su novela Farenheit 451").
Desde prácticamente la aparición de la cultura escrita, la quema de libros ha formado, desgraciadamente, parte activa en la memoria y perdurabilidad de esta. Tenemos numerosos ejemplos como la quema, ya en la Antigüedad, de la biblioteca de Alejandría; la quema de numerosos libros de caballerías; la quema de libros judios en 1933 por parte de juventudes nazis, en Berlín; o la reciente destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, en 1992. Escritores como Salman Rushdie o Talisma Nasrin están amenazados de muerte, en el caso de esta última por escribir en contra de la discriminación y el racismo. Posiblemente esta fobía a los libros, a lo escrito, lleva a los detractores de las ideas allí expuestas a quemarlos, pues como dice W. Ong "No hay manera de refutar un texto directamente. Después de una inpugnación generalizada y devastadora, dice exactamente lo mismo que antes..."esta fobía, este intento de control intelectual, del pensamiento único y de borrar vestigios anteriores ha sido característico de los regímenes totalitaristas: como el ejemplo nazi, el de Julio César, la represión de la inquisición (en el s. XIII, la iglesia no solo utilizó el fuego como medio de purificación o salvación de las sagradas escrituras, como demuestra la leyenda del hispano Santo Domingo de Guzmán incorporada en la Leyenda Dorada de Santiago de la Vorágine, sino que en la misma época pasaron por las "llamas purificadoras" a "herejes" albigenses y valdenses, y en general a la población de Tolouse, incluídos mujeres y niños) o el caso del emperador chino Shih Huang Ti, conocido por mandar construir la Muralla china, que ordenó destruir todos los libros anteriores a él (año 220 a.n.e.) en un intento de recrear el "principio de los tiempos".
En general, todos estos ejemplos, reales, no se alejan en absoluto a la anteriormente citada obra de Ray Bradbury (Farenheit 451), como a la película del mismo nombre de François Truffaut o a la sociedad de "1984" descrita por George Orwell, "El que controla el pasado -...- controla también el futuro. El que controla el presente controla también el pasado". Pero no nos engañemos, no solo esta represión es única de los totalitarismos, también, aunque diferente, es ejercida por instituciones pretendidamente democráticas. Simplemente dejando morir ciertos conocimientos "innecesarios", como las lenguas clásicas, la filosofía, y de seguir así la historia y la historia de la literatura. O como el caso del consistorio municipal de Valencia, que en sus escritos oficiales utiliza una lengua basada en pretendidas normas gramaticales inexistentes y arbitrarias, dictadas, eso si, a petición política, por la Academia de Cultura Valenciana (sobre este tema hay serias denuncias de expertos y escritos publicados a los que me puedo remitir).
En fin. a modo de conclusión, evidenciar que la trayectoria histórica occidental está llena de formas de reprimir ideas, destruir y erradicar heterodoxias. Y permítanme terminar con una frase de Leo Löwenthal "La hostilidad sobre lo que escribo, sobre la escritura, es directa contra la libertad de una interpretación plural, hermenéutica aunque también individual".
Con este aforismo entronco mi reflexión final, que hago extensiva a todos los lectores de este blog, ya que es uno de los propósitos del mismo. Aunque este texto (individual) puede tener una interpretación plural, en tanto en cuanto haya personas que puedan comulgar con estas o semejantes ideas, habrá otras que no. Este pretende ser un espacio abierto de opinión y de reflexión, no se trata de gente que escribe y gente que lee, así que hago un llamamiento a la participación activa en este blog, y que cada uno contribuya, si lo desea, a la formación de un espacio de debate y reflexión del que se encuentre activo y participativo con cada uno de los diversos y variopintos temas y "modalidades literarias" que aquí, modesta y buenamente desempeñemos, asiduamente mi amigo y un servidor. También estudiaremos la forma de poder publicar escritos que algunos de vosotros, voluntariamente, os apetezca ofrecer para que estos sean compartidos por todos.

Gracias por vuestro tiempo, y animáos.


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5 comentarios:

Héctor dijo...

Querido amigo:

No sabes cuanto me alegro de que hayas tenido el detalle de romper el hielo (curioso término cuando se ha estado hablando de quemar libros) y ser el primero en inaugurar este blog que espero que tenga una larga vida.

Yo también animo a todo el mundo a que se pase por aquí y comparta nuestras reflexiones, opiniones y salidas del tiesto. Y también a que aporte su granito de arena, ya que en este espacio los filtros no existen y la censura es algo que le dejamos a la Inquisición.

Lo dicho, os esperamos por aquí. Bienvenidos todos.

Alejandro dijo...

Esto promete, espero que esto esté lleno de reflexiones que nos hagan cambiar un poco nuestra visión de las cosas. Con vosotros dos, no lo pongo en duda. Hay que decir las cosas tal y como son, y más si se supone que gozamos de la libertad que esto de Internet nos ofrece. Excelente metáfora la de quemar libros... y como sabéis que vine enamorado de Berlín, os dejo con la premonitoria frase de Heinrich Heine que luce en el memorial que recuerda la quema de libros por parte de los nazis, y que dice así:

"Dort, wo man Bücher verbrennt, verbrennt man am Ende auch Menschen" - "Ahí donde se queman libros se acaban quemando seres humanos"

Un Tal Lucas dijo...

Libertad de expresion, uhhhh. Debate, opinion, reflexion, libros, pensar, compartir, debatir. Cuanto lenguaje demoniaco, fuego al ordenador!

Pero bueno, quiero quemarme al leelos. Dadle fuerte y animo.

P.D. si veis alguna faltilla y ni un acento es aue escribo desde un teclado frances, y ya sabeis...

Un fuerte abrazo a los dos, pero especialmente a uno...ehh, Hector :)

JB24 dijo...

Muy buen comienzo, de una fusión Coen-Truffaut, que diantres...de una fusión Gomez - Morant no se esperaba menos. De hecho como añadido os querría pedir el publicar esta joyita en un periódico alternativo que estamos montando a nivel nacional. ;-) Un abrazo cracks.

different is mine dijo...

Querido JB24, emocionado y halagado me hayo. Sin duda que tienes el permiso, si cabe solo un pero. La firma del texto me gustaría que fuera different is mine, aunque si no puede ser no pasa nada, me buscaría un buen pseudónimo creíble. En ningún caso figurará mi nombre real. Pues aunque sin duda me responsabilizo y suscribo todo lo que digo, soy un escritor amater y aficionado, y mis actividades "serias" son otras, así que con vuestro permiso, el texto se firmará con pseudónimo (como Fernando Pessoa por ejemplo hacía con algunos de sus escritos).
Ya lo hablamos con más tranquilidad los diferentes detalles.
Un abrazo.

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