Fue rápido donde tuvo que ir lento
Le pareció hermoso lo que en realidad era atractivo
Curiosidad y temeridad se fusionaron
Y la locuacidad se convirtió en verborrea
La ilusión se forzó a obligación
Confundió amor con pertenencia
Y la atracción se convirtió en fijación
Quiso agradar a base de degradar
Convirtió conquistar en enquistar
E institucionalizó encontrase para venerarse
Pensó en verse para quererse
Y se obligó a quedar para empezar
Decidió hablar cuando era mejor callar
Pidió respuesta cuando no había pregunta
Y preguntó cuando ya sabía la respuesta
Aceleró el proceso de su apuesta
Paralizó la situación con su propuesta
Forzó el fracaso con su ahínco
Y lo obtuvo por mérito propio una tarde a las cinco.
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