13 de mayo de 2010

Hablemos de crisis (habrase visto)


"Los conflictos armados entre naciones nos horrorizan. pero la guerra económica no es más benigna. Es como una intervención quirúrgica. Una guerra económica es como una especie de tortura prolongada. Y sus estragos no son menos terroríficos que los descritos en la literatura sobre las guerras propiamente dichas. No pensamos en esa otra guerra por que estamos acostumbrados a sus efectos letales".

M. K GANDHI, "Non violence: The Greatest force" 1926

Bien, nos llegó la hora. Después del precedente griego, España estaba en el punto de mira de muchos. El martes, se produjo la llamada de Obama a Zapatero exigiéndole dar un paso adelante y concretando más sus medidas económicas para salvar la crisis. Reacciones; el presidente parece plegarse a las exigencias externas, a las pautas marcadas por EEUU, y respaldados por los organismos económicos como el BM (Banco Mundial) y el FMI (Fondo Monetario Internacional). Por su parte la oposición hace el agosto con la catastrófica situación económica. Mientras esconde sus garras más rancias y antipopulares basadas en los principios del Neoliberalismo económico, se dedican a hacer populismo, demagogia barata, y casi una burla y falta de respeto cuando Rajoy aconseja a Zapatero a reducir el déficit reduciendo Ministerios y la subvención pública (esto ya lo han hecho ellos en sus fortines, como en Valencia, donde a pesar de todo seguirían con mayoría, donde "cultura" ha recibido un duro receso en subvenciones y ayudas, como en el caso particular, solo como ejemplo, de las Sociedades Musicales en Valencia). Propuesta esta, por otra parte, que solo llega al 0'06 % del gasto del Estado, ese es pues, parece, el ajuste (más político que económico, pues molestan a la derecha algunos ministerios) económico infalible del "jefe" de la oposición.

Analizado esto, más o menos, que es lo que almorzamos, comemos y cenamos... vamos un poco más allá, al fondo del problema, la crisis en sí mismo, y sus agentes. No me voy a entretener en ejemplos o detalles que posiblemente tengamos más que vistos y aburridos, así como debates estériles a nivel político. Voy a hacer un breve recorrido y reflexión sobre la situación y el sistema que nos ha llevado al lugar donde estamos.

Se dice de Eduardo Galeano que una vez contó la siguiente historia:
"Entré un día en un restaurante. Me senté y desde mi asiento escuché hablar al cocinero. Había organizado una asamblea, donde estaban presentes; las gallinas, los patos, los cerdos, los conejos, los faisanes... entonces les preguntó - Los he reunido para hacerles una pregunta, ¿con que salsa quieren ser cocinados?- todos quedaron horrorizados, hasta que se escuchó a una humilde gallina que dijo - Yo no quiero ser cocinada - a lo que el cocinero respondió - Un momento. Está eso fuera de toda discusión. Ustedes lo único que pueden elegir es la salsa con que quieren ser cocinados".

Pues eso me parece a mi. Que da igual los políticos que nos gobiernen, pues estos (de izquierdas o derechas) al fin y al cabo no son más que un condimento con el que el verdadero poder fáctico (que no lo tienen los políticos) decide cocinarnos, y a fuego lento, que sabe mejor.

Esta crisis internacional está en clara relación con el fracaso de un modelo económico, el Neoliberal (creado por la Escuela de Chicago, y que tiene como uno de sus máximos responsables a Milton Friedman, por otra parte premio Nobel de Economía en 1976). La globalización, como la conocemos, no es más que un sistema económico exportado a nivel global. Un modelo de imperialismo lanzado desde los EEUU al resto del mundo, y basado prácticamente en el libre mercado y la competición comercial más feroz y menos restrictiva, fomentando la aparición de grandes corporaciones transnacionales que por otra parte, controlan la grandísima mayoría del capital del mundo.

El programa de ajuste ante la crisis (no olvidemos que una crisis es la mejor ocasión para hacer un buen negocio) aplicado por tantos gobiernos estos últimos tiempos vienen con unas pautas marcadas por el FMI (Fondo Monetario Internacional), el BM (Banco Mundial) y el OMC (Organización Mundial del Comercio). Y estos organismos económicos no están más que al servicio del Neoliberalismo, el capitalismo más salvaje... las empresas transnacionales. Estos programas de ajuste no generan más que miseria por donde pasan, entrando de raíz en las economías de los gobiernos (curioso por otra parte, que un organismo no democrático tenga que dictar pautas de "adecuado comportamiento" a gobiernos que sí lo son, y basan sus actos y leyes a la democracia... que debería ser algo más que renovar el voto cada x años en busca de una buena salsa con la que cocinarnos). Así estas instituciones financieras concentran ellas el poder, fuera del alcance del control político democrático. Abrir y sanear economías para que estas empresas puedan llevar adelante sus operaciones de saqueo. Mientras, nuestros gobiernos gastan dinero público en "salvar" todo tipo de empresa multinacional o instituciones financieras (bancos), mientras los ciudadanos cada vez se endeudan más y más, sufren más las causas de una recesión económica, y pagan con creces el precio de un problema que ellos ni siquiera han causado ni han tenido voz, voto o parte alguna en él.

Antes de terminar, quisiera brevemente hacer un recordatorio del Neoliberalismo. Tampoco quisiera que este y Milton Friedman salieran vivos (por heridos que estén) de mi texto. La escuela de Chicago encabezada por el señor Friedman usó el cono Sur como campo experimental para sus "brillantes tesis económicas". Pinochet fue posiblemente el mayor "campeón" del Neoliberalismo en América del Sur (el episodio de la relación Neoliberal y de la CIA con los colpistas latinoamericanos merecería punto a parte, de análisis, y debate). En la década de los 80, Pinochet tuvo amistad con Margaret Thatcher, primera ministra Británica por entonces, cuando este estuvo en Londres bajo arresto domiciliario. Thatcher se fijó en el modelo Chileno para transformar la economía keynesiana Británica. En el 1982 la primera ministra empezó a administrar las terapias económicas de shock Neoliberales, mientras se refería con estos términos en una carta privada sobre tales actividades político-económicas:
"Estoy convencida que usted entenderá que, en Gran Bretaña, dadas nuestras instituciones democráticas y la necesidad que aquí existe de alcanzar un elevado nivel de consenso, algunas de las medidas adoptadas en Chile son del todo inaceptables. Nuestra reforma debe ser conforme a nuestras tradiciones y a nuestra Constitución, aunque, a veces, el proceso pueda parecer exasperadamente lento".
A partir de ese momento, todos y cada uno de los países europeos fueron abrazando las tesis Neoliberales, que por cierto, aún están reflejadas tanto en el Tratado de Maastricht como en la reciente Constitución Europea. Desde Europa se ha tendido a idealizar nuestra posición, incluso se habla de un capitalismo europeo de una reforzada condición social, que cabría preguntarse que queda de esa supuesta afirmación casi 30 años después de la instauración del Neoliberalismo en Europa. Posiblemente, La Unión Europea podría ser una alternativa a este sistema. Evidentemente, y más con los últimos actos que estamos analizando, vemos como, por desgracia, estamos lejos de realmente ser aún una alternativa al modelo americano.

Para terminar voy a lanzar una pregunta, a modo de reflexión (citando a modo de homenaje póstumo a José Vidal Beneyto).
"¿Qué es lo más importante del reaccionarismo económico actual? El hecho de que, efectivamente, solo quieren jugar a favor de corriente, y que hoy la corriente está en las grandes empresas. Pero ¿que hay más contrario al liberalismo político que las grandes empresas?..."

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2 comentarios:

Héctor dijo...

Es triste, pero cierto, comprobar que nos movemos al ritmo de los flujos de confianza de los especuladores, una confianza que es un valor tan etéreo que puede ser modificado tan solo con unas declaraciones bien calculadas de aquellos que saben que tienen el poder de influir en la economía de todo el mundo.

La liberalización de la economía tiene su parte positiva, pero también su reverso tenebroso. Los gobiernos no pueden "meter mano" en la empresa privada (de ahí que los banqueros se puedan retirar con pensiones de 80 millones), y se ven abocados a recortar de donde pueden, es decir, del sector público que es donde más duele.

Estamos ante una crisis en la que los culpables no solo se van de rositas sino que además se les ayuda sacando dinero de donde no hay (para mantener un sistema que ya es tan injusto como inevitable) y donde los que terminan pagando son unos ciudadanos de a pie que no saben por donde les ha venido el golpe pero que de repente se encuentran sangrando en el suelo.

Me gustaría pensar que cuando las cosas volvieran a la "normalidad" aprenderíamos algo de todo esto, pero me temo que hay demasiada gente interesada en que la situación siga igual y mucha más gente (el pueblo) sin ninguna capacidad de tomar decisiones en nuestro favor.

Saludos amigo.

different is mine dijo...

Sistema inevitable no hay ninguno... pero mientras no nos quejemos muchos a nivel mundial y organizadamente, esto no va a cambiar. Lo malo es que reconocemos culpas, analizamos situaciones... pero nosotros (todos) tenemos nuestra parte de culpa con nuestra indiferencia, con el olvidar rápidamente en cuanto la cosa remonta, cuando estamos en la cresta de la ola, y olvidamos cuando el agua nos venía el cuello. Lo otro malo de esto, es que para que nosotros estemos con el agua en el cuello, muchos otros, la gran mayoria de la población mundial, vive chapoteando como puede o directamente ahogándose, para que algunos cabalguemos durante una coyuntura favorable algunos añitos por la cresta de la ola, surfeando (sin quitarnos el miedo a caer) mientras una pequeña minoria... consigue su chalet en primera linia de playa, y ve semejante espectáculo.
Luego con un euro al día, o una bufanda del atleti en día grande de fútbol nos redimimos y nos sentimos solidarios...mientras callamos como putas con abusos que conocemos de sobra.

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