8 de abril de 2010

El cabanyal


El barrio del Cabanyal-Canyamelar en Valencia es un barrio que actualmente alberga unas 20000 personas como vecinos, y que deriva de un poblado (El poble Nou de la Mar) de origen y esencia pesquera. La trama reticular de su plano paralelo a la playa de la Malvarrosa responde a la original disposición de las barracas valencianas frente al mar.
Actualmente este barrio se ve comprometido por un plan municipal (PEPRI), de ampliación de la Avenida Blasco Ibáñez (parte rojo en el mapa) hacia la playa, obligando al derribo y destrucción de miles de viviendas en el barrio.
A parte de partidismos, más que de razones, y de filias y fobias por contra de argumentos, voy a dar mi opinión particular de un caso ya en general conocido.
Primero, cabe destacar, que esto lo escucho poco, que el barrio del Cabanyal-Canyamelar es un barrio declarado de interés histórico y cultural (a nivel internacional) y protegido por ello por una legislación de Conservación de Patrimonio. Solo por este hecho, que parece no existir, la simple idea del plan municipal me parece una aberración.
Segundo, el Gobierno autonómico es el que gestiona la ley de Patrimonio, sin tener que ver nada o poco el Estado en esto. Y demostrado y visto está (como ya licenciado en Hª del Arte que soy) que la Generalitat utiliza esta ley no como un procedimiento, un precepto para garantizar unos mínimos del patrimonio cultural Valenciano, sino que esta ley, que modifica a su antojo cada vez que sus nuevos planes lo requieren, es un paripé con el que el Gobierno Autonómico solo trata de garantizar la legalidad de sus nuevos "retos" y su peculiar visión (de parque temático) que esta institución autonómica tiene del patrimonio de un pueblo, al que representa.
Tercero, existe una orden ministerial de paralización del PEPRI, "El Ministerio declara la obligación de los titulares de los bienes integrantes del conjunto histórico del Cabanyal de proceder a la suspensión inmediata de la ejecución del PEPRI hasta que dicho Plan no se adapte y garantice los valores histórico-artísticos del barrio valenciano", y un recurso pendiente en el Tribunal Constitucional por este caso. Además el estudio ministerial y el recurso está abalado por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, la Real Academia de la Historia, por el Museo Nacional de Cerámica González Martí y por el propio Ministerio.
Cuarto,
la actuación policial (de hoy, conocida por todos), aunque nacional, no depende como se cree del delegado del gobierno, es la junta municipal de seguridad la que acuerda las dotaciones de policía nacional que actúan conjuntamente con la policía municipal, bajo ordenes de la administración local. Una de las hipocresías más del sistema actual, glorias a las autonomías, las pestes al Gobierno central.
Quinto, me parece tremenda la manera que este hecho es manipulado por instituciones y por la prensa, dependiendo quién la cuente. Pero más me llama la atención como el PP es capaz de hacer suya en valencia la imagen de las fallas, identificarse con ellas a nivel de tradición y cultura, pareciendo que valencia es fallas y PP, un binomio indisociable, y todo lo demás es un usurpador del poder y la esencia valenciana. Todo esto a la vez que saquean continuamente el patrimonio cultural valenciano, despojándolo de todo sentido cultural y reduciéndolo a arquetipos, a estereotipos. Que hay más valenciano que el cabanyal? ese barrio pescador de barracas, que dentro suyo amaga una forma de vida, pero también de arte; arquitectura, literatura (Blasco Ibáñez, que paradójicamente da nombre a la avenida de la discordia), pintura (Sorolla) ... pero esto no entra en los planes "culturales" futuristas del PP. Fórmula 1, America's Cup, incluso islas a 1 km. de la Malvarrosa (al modo Saudí) son los proyectos del Gobierno Autonómico, y para eso a imagen del cabanyal es incómoda, y hay que dar imagen de modernidad, urbe. Un poco de avenida de 100 metros, algo de Calatrava, edificios... y los cimientos de un pueblo por el suelo.
Sexto, aborrezco la forma de los medios de comunicación e instituciones de criminalizar cualquier tipo de acto reivindicativo, discrepante y distinto, dando a entender a la opinión pública que la más mínima voz de discrepancia amaga un alma condenada, actos delictivos, violentos, gente aburrida, amantes del caos... cuando lo único que hay allí es gente muy convencida y concienciada con lo que defiende, y hacen un favor a la sociedad valenciana, y en general al mundo y la diversidad, defendiendo con sus cuerpos, su pacifismo y sus argumentos algo como el Cabanyal.

Y como respuesta a algunos pensamientos y declaraciones, y teniendo en cuenta lo anteriormente leído, el Cabanyal no pertenece a nadie, no es del Ayuntamiento, ni tan solo de los vecinos del Cabanyal, es un bien que debería ser conservado, más allá de ideas políticas o intereses económicos (más de un vecino conformista tapado la boca a dinero con indemnizaciones ya ha dicho que no entiende la gente que ni siquiera vive allí que está en el barrio alterando el orden público). Hace y se moviliza por lo que todos los valencianos deberíamos hacer, garantizar las leyes, proteger el patrimonio, la cultura y en contra del abuso de la autoridad.
Estoy harto del inmovilismo y de la manipulación en Valencia (y no voy a hablar hoy de corrupción).



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1 comentario:

Anónimo dijo...

Olé tu...

No hi ha dret...
Fem algo, no? Sí, fem algo.

Lluïsa

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